La nefrostomía percutánea es una intervención ambulatoria en la que se inserta un catéter (tubo) en la pelvis renal a través de la piel y así conseguir drenar la orina. Se realiza en personas que tienen alguna obstrucción o defecto urológico que impide el paso de orina con normalidad a la vejiga.
Si las vías urinarias permanecieran mucho tiempo obstruidas sin poder evacuar la orina, el riñón podría verse seriamente dañado, con posibilidad de la pérdida de funcionalidad del mismo.
Normalmente el catéter será necesario hasta que el problema que ha justificado su uso se resuelva.
Existen casos (tumores, estenosis ureterales o ureterovesicales...) en los que se deja el catéter de manera permanente.
En otros casos (cálculos renales, pielonefritis...) en los que se recupera el paso de la orina hasta la vejiga, el catéter se puede retirar.
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